LA HORA DEL LOBO
7/24/2017
Existe un predador en el interior de todos nosotros. El no existe para predar otras personas, pero para cazar a nosotros mismos, devorando nuestro discernimiento, alejando la sabiduria. Fue creado a partir de nuestros habitos y padrones de comportamiento insalubres, de nuestras vanidades, egoismos, y se alimenta de nuestra energia mental, emocional y espiritual.
Como todo predador, el no actua aleatoriamente y sin estrategia, queda al acecho y solamente nos domina cuando estimulado por las circunstancias, emociones y pensamientos que exiten su ira. Y en esa hora, como afirma Thich Nhat Hanh, el grande maestro budista de zen Vietnamita, hacemos cosas que no queremos hacer, decimos cosas que no queremos decir, pensamos cosas que no nos gustan pensar Lastimamos a nosotros mismos y a otros, incapaces de actuar con conciencia plena. Esta es la hora del lobo, el momento en que caimos en la más lamentable cadena de acciones insconscientes e ignorantes, fundamentadas en los vicios de actitud que desenvolvemos a lo largo de la vida. Y esta triste caida devora nuestro discernimiento y percepción, y nos niega la sabiduria. El hecho es que en la vida vivimos sobre la dictadura de las pasiones. Y bine, la pasión en verdad no abriga ningun amor, ninguna alegria de vivir, en si misma. Los procesos pasionales son siempre desgastantes y en algun momento este desgaste se tornará evidente, no hay como escapar de esto. Fiestas freneticas, viajes apresadas, muchas actividades cotidianas, consumo exagerado, relacionamientos superficiales intensos o afectos racionalizados en un sin numero de proyecciones y carencias. El ejercicio de las pasiones atraves de las fantasias de los sentidos parece mas facil que la conquista de la felicidad através del equilibrio de la consciencia. Además de eso, quien al final comprende el sentido de la vida? Quien realmente puede se valer del inefable sentimiento de contentamiento ? (para la mente viciada en habitos egoistas) Mas valiosas son las excitaciones inmediatas, la lucha para conquistar más belleza fisica, mas dominio, más poder, más dinero y fama, más intelectualidad, más corroboracion de nuestros puntos de vista. El predador es el agente de nuestras actitudes insalubres, que nos hace sentir menores delante de la vida. El habita en nuestros corazones y mentes, esperando el momento para dominarnos. Y cuando nos hacemos frente con un desafio, un gesto, una palabra o una idea que de alguna forma estimule los habitos arraigados en nuestra mente, el predador ataca nuestra percepción con una fúria y velocidad terribles. Liberese de su predador. Observe medios de practica que pueden desestimular los habitos arraigados en usted, y que son tan perjudiciales. Y por favor, abandone el vicio de apenas buscar el predador en los otros; cada uno de nosotros tiene su camino, y no nos cabe la injusticia de sustentar nuestros argumentos acusando la enfermdad de comportamientos ajena.
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AuthorDaniel Eduardo Cortes Diaz Archives
Septiembre 2017
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